Piensa en algo o alguien a quien juzgas duramente:

• ¿Qué emociones sientes cuando ves a esta persona o cosa que no te gusta?

• ¿Qué pasa energéticamente?

• ¿Creas un muro o un límite?

Al final del día, nunca se trata de la otra persona o cosa, sino de lo que proyectamos desde nosotros mismos. Y esta proyección está basada en el miedo. Es decir, por lo general, hay una parte de nosotros que quiere ser amada, así que mostramos una imagen “buena”, pero como la acción no es incondicional, la recompensa tampoco lo es. Realmente creo que hay muchas maneras de vivir en este mundo.

Desaprender el juicio propio

Realmente me apasiona todo esto de la identidad. Cuando nos ponemos una etiqueta, como "soy una buena persona", no es útil. Obviamente, nos juzgamos a nosotros mismos. Lo mismo ocurre cuando nos etiquetamos como malos o perezosos, o lo que sea despectivo. Nos ponemos esas etiquetas y se las ponemos a los demás.

Pero la verdad es que tenemos muchas energías diferentes y, a menudo, parecen estar en oposición. Cuanto más hago un tipo de elección, más automática se vuelve. Cuando lo abordamos de esta manera, el dilema de "soy bueno o malo" no entra en juego. ¿Voy a ser generoso o egoísta? Cuanto más uso la energía generosa, más me identifico con esa energía. Pero la realidad es que no soy generoso, sino que me comporte generosamente porque tengo energía egoísta dentro de mí. No se trata de juzgar esa energía, se trata de reconocer la dualidad. La generosidad no puede existir sin el egoísmo. No puede ser. Estamos en un estado de dualidad, donde todo está casado con su opuesto: luz y sombra, arriba y abajo, día y noche.

Entonces, ¿por qué lo que no nos gusta de nosotros no nos gusta en otras personas? La sombra de lo que no reconocemos en nosotros se nos presentará en otras personas. Así que lo que debemos vigilar son las cosas que desencadenan algo en nosotros. Hay que juzgar menos, por ejemplo, a las personas que tienen adicciones severas, y tener más compasión por ellas.  

Eso es lo que está detrás de la sombra, y lo hemos puesto allí porque no podemos afrontarlo, porque no encaja en la etiqueta de "la buena persona". Y es que desde que somos niños se nos dice: "Tienes que ser bueno. Sé una buena chica (o chico)”. De ahí la importancia de desaprender.

Recuerda: Cuando juzgas a alguien, hay algo sobre ti que no amas.